lunes, 11 de abril de 2011


Me he acordado esta tarde, en verdad lo había recordado no hace mucho tiempo pero esta vez ha sido muy intenso.
Odio jugar a baloncesto no solo porque no pueda hacer  ejercicio en exceso, sino porque durante mucho tiempo solo jugábamos él y yo.

-          En serio ¿Tanto odias los balones?
-          Considerando que uno casi me parte la nariz, si.
-          ¿Siempre eres así?
-          ¿Así?
-          No hablas mucho sobre ti, y siempre estás a la defensiva con los tíos, me he fijado.
-          Podrías equivocarte –le pasé el balón con furia.
-          Es que quiero comprenderte
-          ¿Por qué?
-          Ya te lo dije me pareces alguien profundo, leí ese texto que pusiste y quise conocer más a esa persona –rió leve- No creo que sea malo
-          No sé qué pensar tras lo del día del cine –le observé tirar a canasta y fallar, la pelota botó levemente.
-          No me gusta que me mientan , y tu lo haces mucho
-          No te he mentido en nada aun
-          Pero no me dices las cosas
Nos enzarzamos en una lucha de canastas , tiros y rebotes, estaba cegada por la furia, no podía soportar que él intentara traspasar mi muralla.
-En serio, no voy a hacerte daño…solo quiero que confies en mi.
-¿Confiar? Cuéntame algo tuyo tal vez te cuente algo
-Hace una semana me escape de casa
Alcé una ceja aun con la pelota en la mano, aquello me parecía una broma estúpida pero entonces relacioné mi texto a esa revelación , analicé lo que pasó aquel día que vimos esa maldita película.
-A veces es difícil vivir en una casa
- Ahora te toca a ti decirme algo
-Eso es jugar sucio
-No, si tú no me lo dices eres tú la que juega sucio.
Cavilé sobre por dónde empezar, lo vi como algo extraño y a la vez me dio vértigo, no solía confiar en nadie pero susurré:
-Hace tiempo se me escapa algo
Él no presionó, no quiso saber qué y me sentí liberada como una chiquilla obtusa.
No tuve que añadir:
<<La vida>>
Me dedicó una sonrisa.
-Te prometo que no se lo diré a nadie si me prometes tú otra cosa
-¿Qué?
-Prométeme que en la vida vas a mentirme, no habrá secretos, puedes ocultar información pero no mentirme deliberadamente.
-Vale- dije titubeando mientras me agarraba la mano y decía.
-Que te tragues mil agujas si lo haces.
-Que dolor…
Me dio un abrazo y no supe cómo reaccionar, no sabía abrazar espontáneamente. Pero  A siempre fue así…

Pero  meses después consideré que era peor una traición a la mentira que te dije.

“Si tan enferma estás…¿ No desearías estar muerta?”
“Es una zorra, ¿Sabes lo qué intentó hacernos”
“Me has mentido porque solo una vez me has dicho un te quiero, solo una vez porque no se lo dices ni siquiera a tus amigas. Me has mentido”

Los recuerdos son muy insidiosos, destapan mi odio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario