viernes, 22 de abril de 2011

Alma exenta de vos


Se me sobrecoge el alma cuando veo lo que le has hecho, no porque sienta nada, sino porque yo tiendo a preocuparme demasiado del dolor ajeno. Veo completamente tu maldad, como le cogiste intacto y le rompiste una y otra vez. No contenta con ello, cual chicle lo mascaste y lo escupiste al suelo.
Y ya no me importa, no. No es como hace mucho cuando me enfurecía y le recogía destrozado entre mis brazos, donde le curaba las heridas emocionales.
<< Eres la única que me saca una sonrisa…¿Cómo lo haces cuando ni ella lo consigue? No puedo permitirme perder algo tan valioso como tú>>
No me atormento por el pasado pero sigo pensando que eso no se le hace a una persona.
<< ¿Has venido hasta aquí a estas horas? Hace frío…te acabaras poniendo peor, el otro día tenias fiebre, no seas tan alocada solo por cuidarme…Ven aquí anda, deja que te abrace>>
Tampoco puedo perdonarte lo que me hiciste, soy así de rencorosa supongo.
<<Si tan enferma estás…¿No te dan ganas de morirte?>>
Pero me da miedo el desastre que has dejado, los escombros fallidos que esparces ante mi.
¿Esperas que le recomponga yo? ¿Yo?
<<Te he extrañado todos estos meses, te necesito en mi vida, te quiero mucho>>
Pero si él me destrozó…¿Cómo? ¿Cómo voy yo a permitir que se me acerque?
Rezo porque ese día nunca llegue, no quiero tratar de recomponer a una persona muerta, ese ente que has dejado no era el amigo de tiempos pasados…
<< Tienes demasiadas aspiraciones ¿No? Nadie quiere salir con una enferma, no se atreverían a hacer tal locura. Y al lado de ella…no eres ni la mitad, que digo ni la cuarta parte. Es guapísima.>>
Esos recuerdos me dan arcadas…no puedo evitarlo…
<< ¡Ah! ¡¿Qué es eso que tienes en el pecho?! Es muy desagradable…Que asco por Dios…>>
Tiemblo, tiemblo…me rompía, esa época recuerdo que iba a romperme a cada paso que daba, tenía pánico a mí misma. Me sentía como escoria bajo el subsuelo cada vez que te veía…Y sobre todo cuando te veía con él me sentía mártir de mis deformidades, mi físico y personalidad.
Porque claro, si él era alguien tan interesante se merecía estar con alguien a su altura. Y yo callaba y tragaba, apartaba la mirada cada vez que le besabas y me mirabas directamente a mi a los ojos.
¿Sabes qué opino ahora? ¡Que te malfollen zorra! Ojalá algún día alguien te de tu merecido y pagues por todo lo que has hecho, y en cuanto a él, lo que has dejado…No me voy a  acercar, ya no es quien era, es un juguete roto y escupido que no puede volver a pegarse en trozos…
Cuanto me costó canalizar el odio, cuanto miedo me da volverme así de quebradiza…cuanto miedo me da que vean mis sentimientos y temores.
<< Eres perfecta, tan dulce, tan inteligente, tan especial…Te mereces lo mejor>>
Esa frase…
Exactamente, ahora tengo lo mejor así que os den por el culo con un condón de alambre de espino y gracias por enderezarme el carácter y los sentimientos.
Tengo una nueva vida con personas que lo merecen más que un puñado de recuerdos  difusos , algunos dulces y otros bastantes lacerantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario