jueves, 21 de abril de 2011

Cometa 211

Me reinvento cada mañana ,cada vez que despierto entre mis sabanas y mis sueños se evaporan persiguiendo una idea, que seguramente se me queda atascada entre los muelles del colchón o languidece muerta en mi almohada.
Suspiro, suspiro y se me desvanece el calor de dentro, pero no el sentimiento cálido de mi pecho. Porque suspiro y todo se desvanece, menos tú claro, tú no te desvaneces porque te tengo delante.
Ahora, luego no sé. Bueno, tal vez entre mis vagas memorias.
Besos al aire tras el paso de las horas, a veces sigo sintiendo un leve hormigueo de la suavidad de unos labios que ya no están en contacto con lo míos.
Es como si siguieran adormilados, recordando algo pasado. Los toco para ver si siguen en su sitio, y allí siguen, pero la suavidad de esos labios tan solo anda por mi memoria.
Pienso en millones de cosas, pero ninguna tiene que ver con la siguiente, yo creo que estoy un poco en la luna, pero me paseo por las constelaciones de los lunares de mi cuerpo solo por buscar si has dejado alguna marca de un mapa secreto sobre la extensión de mi piel.
Encontrar solo encuentro leves muescas similares a polvo de cometa que traen consigo un camino mental candente y arrastran aires calcinados que cuando amanezca ya no estarán físicamente ahí.
Entre olores solo me hallo con mi perfume mezcla de frutas o flores que ni yo sé pero que en mi ropa es lo que queda.
No sé como soy, porque me reinvento cada día en diferentes facetas.
Solo sé que quiero pedir más tiempo aunque solo fuera para seguir perdiéndolo.
Irreverente, lo sé, lo sé pero así soy una Reina que deja que la trasporten en volandas por querer sentirse pájaro libre de la jaula de su cuerpo.

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