lunes, 1 de septiembre de 2008

Chst

Las palabras se agolpaban con estrepituosidad en mi garganta, no podía ser verdad.Note mi respiración agitada, el hormigueo en mi cerebro, la distorsión de mi vista que hacía que solo viese borrones en vez de las personas que tenia justo enfrente.Estaba apunto de llorar.
Mentira, tenía que ser mentira.
La sensación de incredibilidad dio paso a la sorpresa, la sorpresa hizo que la angustia tomara terreno y cuando se aferro en mi pecho, la ira comenzó a arder en mis pulmones. Exhalando una bocanada de aire abrasiva comprobé un nudo en mi garganta. Las manos me temblaban y probablemente mis mejillas se habrían teñido de un rojo carmín.
Desagradable, vergonzoso, estúpido, patético… ¿Por qué a mi?¿Por qué siempre era el eslabón perdido de la cadena?En incontables ocasiones, más de las que me gustaría recordar, sentía como si yo no perteneciera a este mundo, como si fuera una cosa incompleta y con algo vacío.
Me molestaba el andar siempre buscando ese algo que faltaba en mi interior , puesto que cada vez que creía encontrarlo me daba cuenta de que era una mera ilusión , un capricho.
Y eso esta mal.
Una vez llegue a mirarme en un espejo durante una hora solo para poder amarme a mi misma, aunque fuera un poco. Lo suficiente para sentirme realizada puesto que no tenía la intención de creerme la cosa más perfecta del mundo.Lo que quería con esa mera acción era el no necesitar que el vacío de mi corazón lo rellenase otra persona, sino yo misma.
Creí que lo había conseguido, creí que con mi propio amor podría sostenerme. Y en cierto modo lo conseguí.
Pero he vuelto a perderlo, he vuelto a sentir esa parte vacía en mí. Me he cansado de esperar.