martes, 6 de febrero de 2007

Hielo *

Seguramente los sentimientos cambian, evolucionan y se disipan en algún lugar de nuestra mente. Casi sin percatarnos puede que un día nuestra amiga de la infancia sea como una hermana y al otro la miremos y tan solo sintamos odio. ¿Cuando cambiarían los míos? Retrocediendo fugazmente entre mis recuerdos, me di cuenta que sentía añoranza por algunos y vergüenza por muchísimos otros.
Una balanza desequilibrada hacia lo feo, pensé.
<< Eras patética>> canturreó la voz de mi conciencia en mi interior revolviéndome las tripas y sintiendo un nudo en el estomago.
Lo peor de que esa voz apabullante era que tenía razón. Yo la corregí mentalmente
<< Te equivocas ahora soy aún más patética que antes>>
No podía evitarlo, ni nunca podría pararlo, me odiaba a mi misma. Daba igual lo que hiciera dijese u intentara. Nada salía bien porque yo no valía nada.
Debería remediar que cuando estuviese alegre (casi toda la parte del tiempo) chillase, saltase y dijera estupideces incongruentes que poco importaban a los otros.
Tan solo paro mi actitud cuando percibo que los que me rodean compartes miradas veladas por las circunstancias. Pero eso solo provoca que retome mi perorata sin pies ni cabeza. Humillando y arrastrándome por el suelo.
Luego pienso, has de cambiar. ¿Acaso eres un puto payaso? ¿Te crees un mimo divertido? Es entonces cuando me miro al espejo y me doy asco a mi misma.
¿Qué ven los otros en mí?
No lo sabia, ni quería saberlo se sentiría aun peor.
He intentado cambiar de carácter de aquí hasta hace un año, ahora soy un poco mas fría.
Pero no es suficiente.
Más, más, más ¡Más! Tenía que ser mas fría maldita sea.
Como el hielo, mantener las distancias a cambio de esa inaccesibilidad etérea de la que carezco y es tan bella.
Un buen día, tras reconocer que mi carácter infantil era odioso para mi me sentí como quien admite que es alcohólico.
Así pues si el alcohólico no puede parar de beber y se odia así mismo a mí me pasa igual.
Un mono de feria, estúpido, estúpido aunque me divierta luego pienso ¿Qué hago? Nadie te toma en serio, solo lo hacen cuando te enfadas. Muy de vez en cuando, porque te abstienes de decir lo que piensas y a veces si haces relucir tu carácter borde la gente se alarma.
He de dejar de ser cálida.
Corazón escarchándose con lentitud, leves copos de agua congelada blanquecina que se tornan rojizos en contacto con la sangre que recorre mi corazón…
Hace tiempo que pienso en esa imagen de mi corazón, tan agradable, tan bella…ojala se haga realidad para no sentir nada.
Porque aunque yo ría no siempre soy feliz. Un paso mas a la tumba, lo se , lo se.
Si no siento por los otros será mejor.
Fría, fría como el hielo