sábado, 12 de mayo de 2012

In this place

En qué momento, en qué momento comencé a milimetrar todo lo que hacía para no decepcionarte.
¿En qué momento?
Que no me di cuenta, qué realmente, la que estaba decepcionada conmigo misma…
Era yo.
Tras eso, finalmente, grité tu nombre seguido de un “gilipollas”. Tan sonoro, que las palomas cercanas revolotearon hacia los árboles y la fuente de esa plaza dónde desde niña había correteado con mi abuelo, y ahora daba brincos de alegría.
Que libertad me da la ausencia de tu peso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario