Me di cuenta

De lo expuesta que estaba mi vida.
Gente que sabía mis medidas, que conocía no solo mis logros sino también mis fracasos, que conocian mis miedos, que sabían por un juego estúpido que me encantaría bailar con un hombre"i´m your man" (Y no hablo de amigos íntimos precisamente). Gente que sabía dónde había estado, con quién había estado y qué había hecho, en la hora que lo había hecho.
Gente que sabía que vendía mi imagen (Que no mi cuerpo) y que me tachaban de prostituta, de fría, de diva.
Gente que a tan solo un click tenía una imagen de mi, una fuente expresa en la cual el mayor cotilleo de la semana era que tenía un animal imaginario llamado Floppy e iba paseándolo por Madrid, o que me había ido de fiesta y había bebido tal, o dicho alguna tontada.
Gente que además criticaba cada acción que subía a la red.
Durante una época quise evitarme todos esos pensamientos con algo así como : "Me da igual lo que opine la gente, es mi vida y hago con ella lo que quiero"
Pero solo me estaba engañando, todos esos comentarios solo me producian tristeza, berrinches.
El mundo frío de internet malversa demasiado las cosas.
Llamé por el móvil solo a una persona esa noche, pero no contestaba.
Así que decidí borrarlo todo, algunas cosas de raiz y todo poco a poco.
Al fin y al cabo, la culpa de que toda esa ingesta de información se supiera no era de ningun persona excepto mia.
Había sido mi culpa, y como tal asumía las consecencias pero podía ponerle fin y tal vez no comenzar de nuevo, pero seguir de una manera diferente.
Los años locos tienen un periódo habil, y el mio se ha caducado.
Si hasta en este blog han puesto un contador de visitas de cada entrada que pongo, para que sepa cuant@s habeis leido la entrada del día 3 o la del 18...
Llega un punto en que el control afixia y que es mejor vivir en la ignorancia que saber tantas cosas.
No es que vaya a desaparecer, sigo aqui, es fácil encontrarme.
Solo es que he encerrado mi vida privada porque, lo admito, la opinión ajena me importa. Que una red social tenga acceso y libre usos a mis contenidos, me afecta.
Y aunque es algo que me gustaba tener, el futuro y el trabajo me dicen TOC, TOC, TOC espabila y madura.

Y este es mi adiós tras años escribiendo.