domingo, 11 de diciembre de 2011

D.O.P.P.E.L.G.Ä.N.G.E.R

-Tengo miedo

-¿De qué?

-De que esto lo haga por compasión.

-No es así, hay personas que no son así.

-Bien, puede ser, pero no lo sabes a ciencia cierta. Y si hay algo que me da ganas de vomitar...

-Es la compasión, lo sé. Pero, ¿Y si no lo fuera? ¿Y si no fuera por eso?

-Se comporta con cercanía porque cree que he superado "eso"

-A lo mejor no...

-Lo es, sino...¿Cómo se cambia tan drásticamente en unos cuantos días?

-Tal vez es porque has vuelto, porque estás más suave, porque vuelves a contarle cosas, por el sueño...

-No seas cría, estás viviendo de falsas ilusiones.

-Pero...

-Siempre has sido igual, nunca cambias, eres débil.

-Quiero abrazarle, y verle reír. Cuando ríe al mirarnos me hace sonreír. Me gustan los días así, tranquilos.

-Eres estúpida, si no fuera porque te retengo ya estarías tirada en una esquina, lloriqueando y sin un gramo de dignidad en cada poro de tu cuerpo.

-¡No es verdad! Eres como un hongo, todo tienes que controlarlo, todo tienes que milimetrarlo, todo, todo, todo. ¡Los sentimientos no tienen explicaciones lógicas, no son frases de latín que puedes analizar morfológicamente y traducir! ¡Estas viva pero en vez de vivir te limitas a subsistir!

Cállate ahora mismo! ¿Acaso te parece mal que subsista? Al menos no estoy muerta, doy todo lo que tengo por conseguir que sobrevivamos ¿Y así me lo pagas? Ingrata…

-Llámame ingrata, pero tu miedo y tu obsesión me asfixian. Si me dejaras salir un poco más…te aseguro que conseguiría que volviera.

-¡Mentira! ¡Mentira! Solo dices mentiras, no puedes hacer que vuelva algo que se fue. No ha vuelto, en todo este tiempo no ha vuelto, ya no es nuestro, ya no es…”mio”

-Solo déjame salir un par de días…y así podría tocarle, hacerle reír, abrazarle y…contarle ciertas cosas.

-¡No! Vas buscando embaucarme para que baje la guardia y luego hagas lo que te venga en gana y lo estropees todo con tu estúpida actitud emocional.

No obtuvo respuesta del otro lado de la habitación, tan solo un sollozo, que cuando se intensificó fue un aullido que le erizó el vello de la nuca y le dio ganas de ponerse a cubierto. Finalmente le contestó con un tono de voz quejumbroso.

-¿Por qué no me dejas? Detesto tu orgullo, lo detesto. ¡Eres una cobarde! ¡La débil eres tú! Tú eres la que se esconde aquí de todos y de él. Té escondes hasta de mí, y eso que me conoces desde que naciste. Me aprisionas y no me dejas ver la luz del sol nada más que en momentos contados. Eres tú la que se avergüenza de mí. ¡Eres tú la cobarde y no yo! ¡No soy yo! ¡Yo no tengo la culpa de nada, siempre me juzgas y me miras con asco!

-Yo no soy débil, soy la que siempre ha dado la cara por ti. Cuando abrazabas a papá y cantabas y reías y molestabas a mamá… ¿A quién daba la bofetada por tus sentimentalismos? ¡A mí! ¿Quién soportaba que la agarrasen del pelo y la estrellasen contra algo porque tú habías decidido salir a promover los sentimientos? ¿Quién por un impulso de cría sumió a nuestra familia a un calvario del cual ya no podemos librarnos y no dejan de culpabilizar? ¡A mí! Yo soy valiente, he aguantado todos los golpes, los insultos, los desplantes, todo por ti.

-Yo no he hecho nada malo, me he limitado a ser yo, soy autentica. ¿Y tú? ¿Tú quién eres?

Se quedó dubitativa ante el reproche.

-También tuve y tengo que apartarte y callarte la boca cada vez que alguien intenta cuidarnos o preocuparse por nosotras.

La otra volvió a aullar de dolor.

-Me sentí tan sola cuando les apartabas de un manotazo, cuantas veces he querido un abrazo y has hecho que me lo negasen. Te odio…estoy harta de vivir así.

-Pues lo lamento, pero hemos crecido, y quien tiene las llaves de tu celda soy yo. Tienes que comprenderlo, lo hago por nuestro bien.

NO! ¡Sácame de aquí! ¡Por favor sácame! ¡Seré buena, te lo prometo! No me vuelvas a esconder, tengo que verle, tengo que…

-No puede ser, y lo sabes, lo has sabido desde hace años. Y no te he matado porque no se cómo.

La otra lloró y gritó más y más y más fuerte. Desgarrando el sonido con una voz tan aterradora que le dio ganas de vomitar.
¿Era una cobarde? ¿Tendría razón? se asió de la cabeza y se encogió sobre si delgado cuerpo. ¿Qué era lo correcto?



Vale, mira, me dan escalofríos sólo contarte cómo fue,
simulaba estar comiendo, sosteniendo un tenedor invisible.
Yo pensé "¿prefiero que esté aquí o por ahí haciendo de mí?"
¿Yo soy yo haciendo de mí o haciendo de otro?
Ya ves cuántas dobleces, cualquier día te apareces.
"¿Así me ve todo el mundo?", pensé, "¿Así soy yo?"
a mis amigos les ganó, debieron ver lo que yo no,
me ignoraron toda la tarde, y eso que hacía lo que hacía yo,
¿vale? Maldito freak bizarro,
tardó poco en destapar su tarro
"no te conviene, dales puerta"
Abriendo en mi cabeza una vía que estaba muerta
ese pajizo, veneno fijo, una dura hierba.
Y algo me gritó "¡corre, y quizás lo pierdas!"
Me giré y ya no estaba, dimensiones y cuerdas,
pensando ahora, lo vi en H&M haciendo cola,
me miraba fijamente y me sentí en una ola
y recordé "Vértigo” Kim Novak, yo que sé
son esas cosas que uno piensa sin querer,
y ya no he vuelto a ver a mi quimérico inquilino,
¿Cómo matar al fantasma de uno mismo?
Lo busco en las caras de la calle pero no lo encuentro,
tío, todo es tan borroso, es tan confuso,
pero puedo verlo en sueños
que llegan poco a poco, poco a poco...

D.O.P.P.E.L.G.Ä.N.G.E.R...

1 comentario:

  1. Increible texto... Y creo que ya sabes lo que pienso al respecto...

    Por cierto... TEMAZO! =P

    (L)

    ResponderEliminar