viernes, 18 de noviembre de 2011

Querido George:

Si hoy volvieras a acariciar con las yemas de los dedos mi costado, si volvieras a aferrar mi cintura...Hoy toparias con una clara curva de vacio donde se clavan a la piel las costillas.

Y es que demasiadas cosas han cambiado en poco tiempo.


No es solo mi demacrado cuerpo, es mi pensamiento, mi corazón , mi forma de actuar, la sensación de que tenga sentimientos duraderos e inamovibles aunque tu lleves tiempo muerto.
es como si para bien o para mal, mi intuición me dijera que esta especie de "vínculo" tiene una razón y un porque. Aun no lo sé, pero lo presiento.

De la misma forma que presiento las calamidades, de la misma forma que presiento la lluvia, de la misma forma que presiento sin necesidad de nada tu aura.


De un color verde vivo, intenso, eres el verde y yo siempre voy a pendular entre el azul oscuro y el morado.

Cada vez que he realizado rituales, donde es necesaria la meditación, cada vez que siento mi alma, la energía y mis chackras.
Desde pequeña el primer color que percibía era el verde, un verde relacionado al crecimiento personal y la tranquilidad. Pero el color verde segun su tonalidad tiene diferentes significados, no buenos. Como todo.



Al igual que presiento a mucha gente de mi alredor con la gente que tengo un vínculo importante, amigos o parientes, presiento sin necesidad de palabras.


Da igual que esté dormida y con un leve gesto me despiertes, sin murmullos, sin palabras, sin formas.
Eres tú.
Da igual que solo esté de espaldas y escuche tus pisadas, da igual que no te mire para saber cuando te has ido.
Lo sé todo.
El problema de saber ciertas cosas es que no ves otras y te niegas a saber más.
Porque el pasado siempre queda, el futuro depende de cada acto que cometamos y está en continuo cambio. Y en cuando al presente...no deja de ser los segundos, minutos u horas que reparamos en el y condicionan nuestro futuro.






¿Por qué el nombre de George para alguien que ha muerto? la respuesta, si me conoces, aparecerá ante tus ojos como estelas de luces en una carretera nocturna.




"Emma permanece sorprendentemente inmune a la atracción romántica y el deseo sexual. En contraste con heroínas de Austen como Elizabeth Bennet y Marianne Dashwood, que se sienten atraídas por el hombre equivocado antes de asentarse con el correcto, Emma no muestra ningún interés romántico en los hombres que conoce. Queda genuinamente sorprendida y de alguna manera repugnada cuando el señor Elton le declara su amor. Su capricho por Frank Churchill representa más un deseo de un poco de drama en su vida que un verdadero amor romántico. Es totalmente incapaz de comprender el afecto en ciernes entre Harriet y Robert Martin; interpreta su posible matrimonio sólo en términos de acuerdos financieros y ambición social. Sólo después de que Harriet Smith revele su interés en el señor Knightley se da cuenta Emma de sus propios sentimientos hacia él. Se casará con el señor Knightley y éste le proporcionará "una solidez de principios de la que hasta entonces ella ha carecido"

1 comentario: